Desarrollo,
crecimiento y madurez
Lectura
bíblica
Mt.
5:23 Si estás presentado tu ofrenda ante el altar, y allí te acuerdas de que tu
hermano tiene algo contra ti, 24? ve, reconcíliate primero con tu hermano.
1
Jn.1:7 Pero si andamos en luz, como El está en luz, tenemos comunión unos con
otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado.
El
fundamento en el que las medidas con respecto a los pecados se basan
Tomamos
estas medidas con respecto a todos los pecados cometidos. Sin embargo, al
realizar esto, Dios no exige que confesemos en un solo acto todos los pecados
que hayamos cometido, sino solamente aquellos de los cuales somos hechos
conscientes al estar en comunión con El. No tenemos que confesar todos los
pecados que hemos cometido, sino sólo los que recordamos al tener comunión con
Dios. Por lo tanto, el fundamento en base al cual tomamos medidas con respecto
a nuestros pecados, es la conciencia que adquirimos respecto de los mismos al
tener comunión con Dios.
Al
respecto, leemos en las Escrituras en Mateo 5:23 y en 1 Juan 1:7 que?ofrecer la
ofrenda [Mt. 5:23] tiene como fin estar en comunión con Dios. Esto quiere decir
que cuando estamos en comunión con Dios y estamos conscientes de algún
desacuerdo con otra persona, debemos inmediatamente hacer todo lo posible por
rectificar esta situación, no sea que afecte u obstaculice nuestra comunión con
Dios. En 1 Juan 1:7 se indica que si tenemos comunión con Dios, podemos ver
nuestros pecados bajo Su luz; entonces, conforme a lo que hemos visto bajo Su
luz, lo confesamos y lo resolvemos ante El para que nos perdone y nos limpie.
Mateo 5 menciona los problemas que tenemos con los demás, y 1 Juan 1 habla de
los problemas que tenemos con Dios?Ambos pasajes se refieren al hecho de
adquirir conciencia de nuestros pecados al estar en comunión con Dios.
La
resolución de nuestros pecados debe estar basada únicamente en aquello de lo
cual hemos sido hecho conscientes y no en todo cuanto hicimos al realizar todos
los pecados cometidos. Así pues, la base para las medidas que debemos tomar con
respecto a los pecados implica un ámbito de acción mucho más reducido que el
determinado por lo que constituye el objeto de dichas medidas?Si estamos
conscientes sólo del diez por ciento de la totalidad de nuestras acciones
pecaminosas, confesamos este diez por ciento; y si estamos conscientes del
veinte por ciento, confesamos el veinte por ciento. En otras palabras, nos
ocupamos de aquellos pecados que recordamos? En la práctica, tomar medidas con
respecto a los pecados no es una ordenanza dictada por la ley, sino un requisito
para tener comunión.
No es
necesario que tomemos medidas con respecto a aquellos pecados de los cuales no
estamos conscientes. Pero si estamos conscientes de algún pecado, debemos
confesarlo inmediatamente, de otra forma, nuestra conciencia nos acusará,
nuestra fe naufragará y todo lo espiritual se desvanecerá (1 Ti. 1:19).
La
conciencia nacida de la comunión, sobre la cual basamos nuestra confesión de
los pecados, no es absoluta, sino que difiere de acuerdo con la profundidad de
la comunión que uno tenga con el Señor? Si nuestra comunión es profunda, la
conciencia que tengamos con respecto a nuestros pecados será aguda y definida.
Si por otro lado, nuestra comunión es superficial, estaremos conscientes de
nuestros pecados de manera borrosa y débil? Por lo
tanto,
nunca debemos medir a otros con la vara de nuestra propia conciencia, ni
debemos aceptar la conciencia de otro como la vara por la cual nos medimos a
nosotros mismos. Todos debemos aprender a confesar nuestros pecados únicamente
conforme a la conciencia
que
tengamos de ellos en el momento en que estamos en comunión con el Señor.
El
límite fijado para las medidas que tomemos con respecto a nuestros pecados
El
límite fijado para las medidas que tomemos con respecto a nuestros pecados es
similar al usado para poner fin al pasado. Es la vida y la paz. Cuando
enfrentamos nuestros pecados, debemos hacerlo hasta que tengamos vida y paz
interiormente. Si obedecemos nuestra conciencia al hacer frente a nuestros
pecados, nos sentiremos satisfechos, fortalecidos, refrescados y avivados,
también nos sentiremos gozosos, tranquilos, cómodos y seguros. Nuestro espíritu
estará vigoroso y lleno de vida, y nuestra comunión con el Señor estará libre
de impedimentos. Nuestras oraciones liberarán la carga del Señor y tendrán
autoridad, y lo que digamos tendrá fuerza y poder. Todas estas sensaciones y
experiencias conforman una condición de vida y paz. Esto determina el límite al
que debemos llegar cuando enfrentamos nuestros pecados y también es el
resultado de las medidas que tomamos.
Witness
Lee. Living Stream Ministry
Henry
El
verdadero ministerio se concibe en el vientre del sufrimiento, nace con fatiga
y con dolor, y se mece en una cruz.
Ciertamente hay un camino solitario para los que buscan andar con Dios. Pero cuando
andemos con el Señor, vamos a encontrar compañia en otros que tambien
conocieron el rechazo y el sufrimiento cuando anduvieron con Dios, y
aprendieron sus caminos