miércoles, 28 de enero de 2009

EL ESPIRITU DE PROFECíA Y EL CANTO PROFÉTICO



El espíritu de profecía es el testimonio de Jesús (Ap.
19:10). Este no es el don de profecía o el oficio de profeta,
pero una unción que proviene del Cristo que está en el
creyente.

Esto toma lugar en servicios donde hay una
unción especial, o cuando los cristianos ejercitan su fe para
ser una voz por medio de la cual Cristo puede testificar.
Aquellos que no son profetas o que no tienen el don de
profecía normalmente no profetizarán; pero cuando el
espíritu de profecía está presente, lo pueden hacer.

Esto sucede bajo una de estas tres condiciones:
Una presencia profética poderosa del señor en el
culto, lo cual hace que sea más fácil profetizar que
mantenerse callado.


El estar entre una compañía de profetas o bajo el
manto de un profeta ungido.
El pueblo es presentado con desafío por un ministro
para permitir que Dios testifique a través de ellos por
el espíritu de profecía.


En estas ocasiones cualquier santo puede ejercer su fe
para profetizar: "si el de profecía, úsese conforme a la
medida de la fe" (Ro. 12:6). "Porque podéis profetizar
todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean
exhortados" (1 Co.14:31).

Aquellos que profetizan bajo estas circunstancias no deben
asumir que ellos tienen el don
de profecía o el oficio de profeta.

Si ellos continúan ejercitando
su fe de esta manera, la confirmación por parte del
profeta o presbiterio profético puede darles a conocer hasta
que nivel ellos han sido llamados para fluir en lo profético.
En números 11:24-30, cuando Dios tomó el manto
profético de Moisés y lo deposito sobre los setenta ancianos
de Israel, ellos entonces pudieron profetizar.

En ese momento
dos Israelitas que no estaban cerca de los congregados
comenzaron a profetizar y Josué le dijo a Moisés que se los
impidiera. Moisés respondió con su declaración famosa:
"Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová
pusiera su Espíritu sobre ellos.

" Otra vez en 1 Samuel 10:10,
Saúl se encontró con una compañía de profetas, y el espíritu
de profecía se posó sobre él y comenzó a profetizar. Estos
relatos deben animar a aquellos que quieren aprender a
profetizar y deben buscar a un profeta o una compañía de
profetas que les entrene en como activar su fe para que
ellos puedan fluir en el espíritu de profecía.


El Canto del Señor (Col. 3:16) es el espíritu de profecía
expresando los pensamientos y deseos de Cristo en canto.
La Escritura dice de Jesús que "en medio de la congregación"
él "te alabará" (He. 2:12) y que Dios "Se gozará
sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti
con cánticos" (Sof. 3:17). El canto profético es parte de la
naturaleza de Cristo.

Él es un Salvador que canta y él desea
cantarle a su Iglesia por medio del espíritu de profecía.
Cualquier santo puede participar en esto, pero la unción es
mayor cuando el canto proviene de un profeta o profetisa o
una persona con el don de profecía.


Naturalmente, es preferible que una persona con voz
melodiosa lleve a cabo ésta función. Muchas veces he
recibido palabras del Señor, y algunas de ellas tienen rima;
pero ya que no tengo una voz melodiosa para que el
Espíritu Santo use, me abstengo de entonar canciones
proféticas.

Para que yo pueda cantar una profecía que sea
de bendición al espíritu y agradable al oído, Dios no solo
tiene que darme una unción profética, Él también tiene que
obrar un milagro en mi voz. Así que yo le canto
proféticamente al Señor cuando estoy a solas con Él, pero
profetizo con palabras cuando estoy con otras personas.


A través de la Biblia leemos una y otra vez que
debemos "cantar al Señor un cántico nuevo" (Sal. 33:3,
40:3; 96:1; 98:1; 144;9; 149:1; Is.42:1O). Aún el libro de
Apocalipsis revela que cuando todos los redimidos de las
edades se reúnan, ellos cantarán un cántico nuevo (5:9;
14:13).

El canto profético es una parte de la restauración de
lo profético. Cantar es una actividad de Dios y de la Iglesia
eterna.

Creo que los "cantos espirituales" son lo mismo que
los cantos proféticos, así que debemos continuar "hablando
entre nosotros con salmos, con himnos y cánticos
espirituales, cantando y alabando al Señor en nuestros
corazones" (Ef. 5:19).

Hay Promesa para tu vida

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¨Enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con toda sabiduría...¨Colosenses 3:16 ORACION DE HABACUC CAP. 3 17. Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; 18. Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.

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