viernes, 28 de septiembre de 2012

El testigo decisivo


El testigo decisivo
Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. – Mateo 18:16
Usted ciertamente ha estado muchas veces en el valle de la decisión, balanceándose precariamente entre la victoria y la derrota. Por un lado, está la palabra del mundo escrita por Satanás que le dice, “no vas a ser sanado”; por otro, la Palabra de Dios que le dice: “mi Palabra es sí, y amén” y “por cuya herida fuisteis sanados” (1 Pedro 2:14) ¿Quién será el que determine el resultado de todo? Usted será el testigo decisivo.
Me acuerdo de un hombre que quería que orara por él. Le dije: “La Palabra dice que usted está sanado”. El hombre me interrumpió y dijo: “Sí, yo sé que dice eso, pero tengo este terrible dolor aquí”. Lo miré a los ojos y le dije otra vez: “La Palabra dice que por la herida de Jesús fuimos sanados”. “Lo sé -respondió él-, pero tengo este terrible… ” Meneé mi cabeza en forma negativa y le dije “Óigame bien, la Palabra dice que usted está sanado”. La cara se le puso roja y dijo: “YO SÉ QUE DICE ESO, PERO YO TENGO ESTE…” Entonces, se quedó callado y me miró. Él no se había dado cuenta de que estaba dejando que los síntomas físicos fueran su evidencia. No importa lo que la Palabra dijera, él solo creía en lo que podía ver y sentir.
Cuando se tranquilizó, le dije: “Mire, usted quiere que esté de acuerdo con usted y está enojado porque no lo hago; pero si lo hago, usted moriría. Pero si usted está de acuerdo conmigo y con la Biblia, podemos hacer que sea sanado”.
De repente, lo entendió. Sus ojos se iluminaron: “¡Oh, gloria a Dios! Veo lo que quiere decir. Entonces, ¡estoy de acuerdo con la Palabra de Dios!” Le impuse las manos y Dios lo sanó al instante. Él recibió la sanidad cuando estuvo de acuerdo con Dios. Pudo haber recibido la sanidad en su habitación o mientras manejaba o en cualquier otra parte. Pudo haberla recibido en el momento que decidiera ser el testigo decisivo.
Ahora bien, su parte es orar y confirmar su testimonio. Si lo hace, Dios lo respaldará; y cuando Él lo respalda, todo lo demás tiene que alinearse o quitarse de en medio. Usted es el testigo decisivo. ¿Cuál será su decisión?
Mateo 18:15-20

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¨Enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con toda sabiduría...¨Colosenses 3:16 ORACION DE HABACUC CAP. 3 17. Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; 18. Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.

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