lunes, 19 de enero de 2009

¿Unidad a nombre de quién y para qué? Juan 17


Antes de contestarnos si podemos o debemos todos los llamados cristianos estar unidos, preguntémonos; ¿Son todos los llamados cristianos, creyentes fieles y cumplidores de las enseñanzas de Jesucristo? ¿Tienen toda la misma sana doctrina, el mismo propósito, la misma dirección espiritual?


¿Buscan todos primeramente el reino de Dios y su justicia, o lo terrenal y mundanal? ¿Damos todos el mismos testimonio y fruto de una vida apartada del mal? ¿Se han arrepentido y convertido todos de su vieja manera de vivir?


La unidad del cuerpo de Cristo no se da por un nombre o religión en común, es por amar y practicar la doctrina de Jesucristo dada por los apóstoles en la iglesia primitiva. Todos creían en lo mismo (Efesios 4:4-5), se bautizaban con el mismo propósito de morir al pecado y al mundo y resucitar en una nueva criatura y vida espiritual en Cristo.


No estaban unidos por la fuerza de una institución organizacional, por intereses económicos o deseos de grandeza y ambición de poder institucional o individual humana. Su finalidad no era crear un súper concilio o alcanzar supremacía religiosa.¿Cómo podemos practicar la unidad cristiana si cada quien define su cristianismo según su interpretación personal o sectaria?


La unidad del Espíritu por la cual oró Cristo en Juan 17 incluya un compromiso unificado para vivir bajo el señorío de Cristo expresado en una obediencia a Su Palabra escrita inalterable, y un compromiso con la pura doctrina enseñada por él.


Proponernos hacer caso omiso de las características distintivas denominacionales o doctrinales, para unir a todas las iglesias bajo una sombrilla organizacional, o para unir toda la vida y ministerio de una congregación con otras iglesias locales que no creen ni viven lo mismo es un reguero y ecumenismo que peca contra la verdad de Cristo. El dijo claramente; “el que me ama mi palabra guardará”.


¿Cómo podemos pretender que un idólatra de imágenes ande en comunión con un creyente que sabe que las imágenes son abominables y de tropiezo para la fe en Cristo? ¿Cómo hacer que uno que dice que es cristiano y todavía practica la brujería, las borracheras o fornicaciones vivan en comunión con un fiel creyente en Cristo que se guarda para Dios?


¿Cómo pretender que un religioso amador del mundo más que de Dios ande en comunión con un fiel creyente que da frutos sin que lo contamine y lo lleve a su mismo desvío? La unidad no depende tan solo de actitudes humanas y asociaciones sino de nuestra relación con el mismo Salvador y Dios, Jesucristo. Juan 17:3 dice; “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado”


. No hay otro nombre ni de hombre, ni de dios falso, ni de institución o movimiento teológico alguno. Solo Cristo Salva y el que deje de creer en ello ya no puede estar junto a nosotros aunque se siga llamándose “cristiano”.Sigue diciendo Jesús en Juan 17:8-17; “8 porque las palabras que me diste, les he dado;


y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, 10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. 11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros.


12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese. 13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. 14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.


15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Y añade en Juan 17:23 “Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado”


.No todos buscan y sirven al mismo Señor, no todos son guiados por el mismo Espíritu. La verdadera unidad tiene una base doctrinal cristocéntrica bíblica. Es imposible que esa unidad venga sin fundamento doctrinal tal y como Cristo la reveló en las Escrituras.2 Corintios 6:14-18 nos aclara la base escritural correcta para una verdadera unidad en Cristo:“14 No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?


15 ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. 17 Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo;


Y yo os recibiré, 18 Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso”.Creo que estas palabras son tan claras que el que las quiera ignorar y desobedecer por lazos y caprichos humanos carnales así mismo se condenará. Claramente nos dice que ante Dios hay dos categorías de personas; los que creen y viven las enseñanzas de Jesucristo y los que ni las creen ni las viven.


Esto no quiere decir que los vamos a tener por enemigos, y que no le vamos a predicar en palabra y testimonio de Cristo. Pero queda claro que con éstos últimos nos está prohibido andar de acuerdo y en armonía (relación íntima).


Porque nos apartaran tarde o temprano de la verdad de la doctrina de Jesucristo que a voluntad resisten y no quieren vivir. Por ello muchos han abandonado la santidad, la sana doctrina de Jesucristo por ir detrás de mercaderes en el templo, de falsos apóstoles y profetas y teologías cargadas de apostasía y demonios.Recordemos que lo malo se pega más fácil que lo bueno, sobre todo si viene bajo el respaldo de los demonios y de nuestra desobediencia a lo que Dios nos habla.



El yugo desigual de amistades, asociaciones y relaciones interpersonales ha desviado a multitudes a vivir como les da la gana un evangelio contaminado por opiniones y deseos carnales. Y en ellos muchos se juegan su salvación por agradar al hombre más que a Dios.Preguntémonos; ¿Unidad a nombre de quién y para qué?


Por pastor Edgar Colón- ministerio de oración

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¨Enseñándoos y exhortándoos los unos a los otros con toda sabiduría...¨Colosenses 3:16 ORACION DE HABACUC CAP. 3 17. Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; 18. Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación.

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