
Cuan benéfica es una palabra dulce, un abrazo tierno y fuerte, un elogio nacido del corazón. Igual de maravillosos son esos detalles que cautivan, el reconocimiento de la labor cumplida, un estás preciosa, estas guapo y todo lo que mantiene viva y fresca una relación. Y es que el amor cubre multitud de faltas y nos permite sucumbir al corazón que expresa lo que siente.
¿Recuerdas la última vez que expresaste tu amor a alguien? ¿Cuándo fue el último abrazo, el último beso, la última tarjeta, la última flor? Si ha pasado más de una hora, necesitas entonces encontrarte con alguien urgentemente para hacerlo.
No temas, experimentarás que hay un torrente dentro de ti. Dios quiere darte abundante amor para que lo disfrutes y puedas dar a otros.
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